martes, 11 de diciembre de 2007

TACUBA

TACUBA




Barrio inquietante de la ciudad de Mexico, ligeramente aterrador, nunca lo recorrí en su totalidad pero por motivos laborales si que llegue a darle sus buenas caminadas a la avenida México-Tacuba, desde la salida del metro Cuitlahuac hasta la curva que va para Azcapotzalco.

Banquetas sucias, esqueletos de puestos con hilachos de plástico azul que sirve a modo de techo para protegerse del sol, botes humeantes con olor a tamal, atoles de sabores, migajas de pan tiradas a un costado, ruleteros comprando cigarros sueltos a $1.50 cada uno, viejos bigotones a los cuales el frio les hace los mandados, rien mostrando el diente de oro o el metal que recubre el diente y que asemeja el preciado metal.

Puestos llenos de peliculas piratas que son atendidos por mujeres embarazadas, muy trompudas, muy feas, muy despeinadas, muy somnolientas, con chiquillos jugueteando a la carreterita en la banqueta sucia, musica tropicalona, norteña, pasito Duranguense, Reggeaton es lo que se deja escuchar en los locales de musica pirata, puestitos semi-ambulantes de serigrafia donde trabaja un maestro ya olvidado pintando a mano una manta con letras rojas, mas adelante un puesto de revistas atrasadas, la gran mayoria con sugerentes y exoticos titulos donde un anciano flacucho mira un televisor portátil donde todo se ve en azul.

Puestos de comida, de mariscos los repugnantes, con olores nauseabundos, con basura tirada a un lado, con perros que nomas de verlo a uno se espantan esperando el madrazo, da asco incluso pisar el agua con la que lavan el puesto a escobazos, tiendas de abarrotes realmente abarrotadas por la inseguridad local, uno compra una cajetilla de cigarros y lo atiende un joven maricon, de esos que rentan las computadoras del cibercafe para chatear en el msn toda la tarde, entradas a vecindades que parecen la boca del infierno y donde aparece de vez en cuando un adolescente curtido llevando un diablito.

Las loncherias quiza sean de lo peor, con musica a todo volumen, con albañiles muy borrachos contandose la historia de sus vidas mientras se sujetan del cuello y se miran con ojos vacilantes, meseras gordas y bigotonas se apuran a trapear con harto fabuloso para quitar un poco el olor alcoholico, trapean con minifalda morada y chanclas, con los pelos revueltos y las lagañas incrustadas.

Una quimera de cortisimos cabellos rubios vende chocolates a bajo precio, da un pequeño sermón primero al cual nadie hace caso, viste apretado lo cual realza aun mas sus carnes rechonchas, tiene perforación en nariz, labio y ceja, cuando me ve me ofrece chocolates, paso de largo y me suelta una suplica de atencion.

Con todo y esto cerca de Cuitlahuac se encuentra un puestito pinchurriento de tamales que tienen ahogados en aceite para comerselos asados, lo atiende una mujer grandota, entrada en sus cincuenta, con grandes pechos de comadrona, con trenza negra muy gruesa colgando a la espalda, ahí, en ese puestito cualquiera probe el mejor atole de toda mi vida, un atole de cajeta que por si solo me dio una de las mañanas mas amenas en la capital.


Esto Señoras y Señores es el barrio de Tacuba ante mis ojos.


2 Comentarios:

Blogger Unknown Dice...

creo que este tipo de literatura favorece a tu blog deberias de ser un relatador de la vida urbana o suburbana de la ciudad de México se te da muy bien.!!!!

19 de diciembre de 2007, 11:18  
Blogger ZPONCH Dice...

Muchas gracias por el comentario Guillermo, creeme que me gustaria escribir mas sobre lo que podemos encontrar en la capital y ya me dare el tiempo para hacerlo, gracias por la visita amigo y estaremos en contacto.

20 de diciembre de 2007, 9:53  

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